(Duración del proceso de diseño completo: 1 mes)
El vino, con su riqueza de aromas y sabores, es mucho más que una bebida: representa historia, cultura y celebración. En este sentido, el diseño de la botella es esencial, ya que transmite la identidad y calidad del vino antes de ser probado. Cada elemento –la forma, el color y la etiqueta– es una invitación que refleja la esencia de su contenido. En el caso del champagne blanco, un vino espumoso fresco y sofisticado, el diseño debe capturar su carácter vibrante y festivo, elevando su valor y atracción visual.
Este proyecto responde al diseño de una botella de vino bajo el tema “ Vidrio para disfrutar el momento”. Verallia alude, a modo de inspiración, a la búsqueda del bienestar a partir de dos tendencias actuales: Rejoy, que habla de todo lo lúdico, el placer, la geometría, los colores vivos y además, la importancia de la inclusión, por otro lado, Off-time, alude a la relajación, sostenibilidad y el diseño biomimético (inspiración en la naturaleza).
En mi caso, el envase está diseñado en función a los vinos espumosos, más concretamente, me incliné por el champagne, ya que si hablamos de bienestar, ese momento lúdico pero en el que todo está en calma, se me vienen a la mente muchos momentos personales en el que el protagonista en la mesa es el champagne, además, aun sin tener ningún vínculo con este, se asocia a momentos de alegría y de celebración.
El diseño de “Espádice” se inspira en la simbiosis entre flores y polinizadores, como insectos y colibríes, que buscan el néctar en el centro de la flor y, al hacerlo, llevan el polen a otras flores para su reproducción. Este concepto se refleja en la botella, que mantiene la elegancia de los vinos espumosos e incorpora un relieve que simula un pétalo, dejando visible un «centro» que simboliza el néctar. El etiquetado envuelve la botella hasta el tapón, y el empaque simula una flor, permitiendo al usuario quitar “pétalos” para descubrir el champagne, creando una experiencia de apertura y conexión con el diseño.
Además, la picadura de la botella tiene una textura que se parece a la del centro de las flores, para que al servir o a la hora de comprar, como forma de inclusión, la marca de la botella se asocie a ese tacto. El etiquetado tiene unos degradados en color blanco, ya que, se asemeja a las calas, y si hablamos de las medidas de dicha botellas serían: 28x10x10 cm sin tapón y sabiendo que abajo tiene una forma abombada y por arriba se estrecha.
Con Espádice se crea una experiencia emocional, para que al acompañarnos y alimentar todos esas sensaciones que nosotros sentimos en esos momentos de bienestar, emoción o tranquilidad, así, este diseño toma parte de protagonismo, pues, se crea esa misma simbiosis en los momentos más maravillosos de nuestra vida, asociando dichas ocasiones a esta botella, ya que, cada vez que necesitemos nuestro néctar, ella va a estar ahí guardándolo.